El calor hoy ha sido el protagonista. No hay otra. He perdido mis llaves y tuve que caminar por las calles de Santa Cruz escondiéndome de los justicieros rayos de sol rumbo al incendio que asola La Gomera. Por la sombrita. Sin concesiones. Después, Tegueste. Gente. Mucha y yo entre ellos. Oliendo a humanidad. El día pasó pronto, con risas y silencios. En los reencuentros suele pasar eso. La música se oía a lo lejos y los chistes, casi siempre malos, cerca. Dicen que estaba Pepe Benavente, pero yo seguía debajo de un toldo y escuchando a todos reírse. Al final regresé a la capital. La calima parece que se ha ido. No sé si para siempre. El teléfono sonó y eran malas noticias. Están esperando que todo acabe pronto. Tal vez en el cielo todo sea distinto, lejos de los golpes. Con el calor se irá o si no con la luna, y podrá descansar por fin. Mis llaves aparecieron dentro de uno de mis tenis y supe que sigo siendo un desastre. Un desastre, pero con llaves.
http://es.youtube.com/watch?v=_FjTiExizy8
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