Mantener
los planes no siempre es fácil. Una vez trazada la estrategia hay que seguir
adelante, esquivando los bandazos de la vida. Y no son pocos. Lo peor es cuando
decides lo que hacer sin saber muy bien cuáles son las intenciones de los
otros. A veces desaparecen los enemigos que te habías inventado y otras te ves
con los tobillos mordidos por culpa de los aliados que se suponía que te
ayudarían a respirar. Pero así es la vida…
Huracán de flores, de Fuel Fandango.
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