El despertador hoy ha sonado a las 08.00 horas. Preferí aguardar unos minutos más debajo de las mantas. No seguí durmiendo. Di vueltas y pensé en algunas tonterías. En deseos y sábanas. Más tarde, a los treinta minutos sonó la alarma. Se acabó el ronroneo. Una ducha, el espejo, limón y a la calle. Me tocó ir al médico. Hacía tiempo que no iba a ver uno. Reconozco que no me gusta que me quiten sangre. Tampoco tener que sacarme la camisa delante de una desconocida. Hacía frío. Mucho. Me sentí fuera de lugar a la intemperie encima de aquella camilla estrecha. “Estás bien”, zanjó el doctor tras mirarme unos segundos desde lejos, sin saber de las analíticas, ni nada. Después de tal revelación el día anduvo revuelto. No podía ser de otra forma. Hice algunas llamadas y también ojeé algunas cosillas. Hablé con AbsolutaMartínez. Cada vez que hago eso intento no pensar. Es como cuando sabes que no debes jugar cerca del bordillo, pero aun así, lo haces. Te tambaleas. Siempre me ocurre lo mismo al colgar el teléfono. Me dijo que estaba en una cafetería y temí que me contara los nombres de sus acompañantes. Hay saberes que todavía hoy me escuecen. Para relajarme escribí lo que me contó y también paseé por un par de hoteles de Estambul. Me tocaba a mí elegir alojamiento. Cada segundo que pasa es uno menos para estar lejos de aquí...
http://www.youtube.com/watch?v=QQuK7-a6cUc
Pdt. Cada vez falta menos para el Eurofestival de este año. Tal vez no esté entre las seleccionadas, pero 'Dance with me' de Vilas Mata es una de mis favoritas...
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