Se me agita el corazón. Tanto que casi se me sale por la boca y me viene a la cabeza Santa Teresa. “Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por aquellas que permanecen desatendidas”, dijo. Y esta sentencia me lleva acompañando nada más y nada menos que trece años. A veces sigo pidiendo cosas, pero la mayoría del tiempo prefiero dejarlo todo en manos del azar. Tal vez sea mejor sólo desear que pase lo que pase sea para lograr estar bien, pero es ésta una tarea harto complicada. Mucho. Y más cuando no puedes oír otra cosa que no sean tus latidos. Fuertes y peligrosos. Demasiado. Lo deseado ya está aquí, ahora toca enfrentarlo.
http://www.youtube.com/watch?v=JwvxKZ6Dq4s
Pdt. Regreso a Raphael y una de mis favoritas... 'Mi gran noche'.
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