Está solo. Rodeado de gente, pero solo. Con una de esas sonrisas tristes y unos ojos brillantes que buscan caricias de caramelo. Eso fue lo que le enamoró de él. También su pelo y sus labios. Igual que esa imagen de ser desvalido, de estar a punto de saltar al vacío porque ya no tiene coronel que le escriba. Por eso tomó la decisión de acompañarlo. Fue una mañana de mayo, se lo tropezó en un cóctel y a pesar de los pesares sólo pudo pensar en lo solo que estaba y lo encontraba. Nadie lo sabía, pero sus ojos no engañaban. Y así comenzó su historia de amor…
http://www.youtube.com/watch?v=QKy_uZCC-Ko
Pdt. La imagen es de Montgomery Clift y la canción es 'No habra nadie en el mundo' de Buika.
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