La adivina comenzó a tirar las cartas sobre la mesa. El humo de su puro conquistaba el poco aire sano que se respiraba en aquel cuartucho de mala muerte. Miraba distraída las moscas hasta que una carta alcanzó el mantel de lino. Las velas se apagaron de repente y sus ojos crecieron exponencialmente como si fueran dos lunas llenas sin ganas de fiesta. 'No hay nada que hacer', se limitó a decir la bruja. Y al chaval de la chamarra vaquera no le quedó otra que irse con el rabo entre las piernas. Al cerrar la puerta dejó su voluntad, cincuenta euros, en un platito de porcelana china y dos lagrimones le cayeron por las mejillas. Buscaba aire porque se moría de asfixia, también agua para que no se le secara el alma; pero sólo halló tristeza. Estaba solo, muerto de amor, dejando de existir poco a poco porque como decía el tarot ya no había nada que hacer...
http://www.youtube.com/watch?v=P6A-kw41eEk
Pdt. Como contrapunto Gloria Trevi y su 'Me río de ti'. Buen día a todos.
4 comentarios:
muy triste..
un poco sí, pero supongo que todo depende con el cristal con el que se mire... un abrazo.
dos textos que me gustaron mucho, este y "ahora puedo bailar".. si mal no recuerdo haber leído asi se llama.. je..
navegando llegué a tu blog.. me gusta tu forma de escribir.. espero poder seguir leyendo más!
Muchas gracias por tus palabras. Comentarios como este me ayudan a seguir 'respirando (escribiendo)'. Espero que sigas navegando por aquí mucho tiempo. Un abrazo.
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