Mirando al sol
Se había levantado
dando gracias a dios por seguir vivo. Desde hacía días sentía algo extraño en
el corazón, como una punzada, y aunque no lo dijera en voz alta temía que su
tiempo en este mundo se estaba acabando. Los miedos atenazan y te impiden vivir,
pensó mientras miraba la vida por una de las rendijas de la puerta del balcón. “Gracias”,
repitió mirando al sol y sabiendo que nada malo pasaría hoy.
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