Es difícil actuar cuando se es
consciente de que el final está a punto de llegar. Parece que ha vuelto
a salir el sol y que nada diferente ha sucedido. Pocas cosas más quedan ya por
contar. Nunca se sabe qué diantres pasará mañana, pero cada día se hace más
complicado vivirnos. Sólo te pido que nunca dejes de darme alas, me son
imprescindibles para continuar respirando, para existir. Igual que la música, la claridad de
la mañana o las magdalenas. Necesito que me entusiasmes, que me digas que
puedo, que si sigo así al final lo lograré. Que seré capaz de vivir. No lo
dudes: Dame alas y también luz.
Pdt. El azar me ha llevado a recordar esta canción. Esto poco a poco se acaba...