Ramalazos de esperanza
Siempre queda un ramalazo de esperanza, aunque a veces la vida no vaya
bien. Cuando las cosas se atraviesan toca esperar, guarecerse y hacer tiempo
hasta que escampe. Eso solo lo sabes cuando lo has pasado mal, cuando la cosa
se ha complicado más de lo que debiera, cuando has estado en el puto fango. Te falta
la respiración y el miedo a la soledad es inmensamente absoluto. La casa se te
achica y buscas aire, buscas que, una vez más, quizá la última, el viento
vuelva a soplar a favor.
Pdt. Quizá este martes 13 haya claridad por encima de las nubes...
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