La pena. Nubes. Lluvia. Recuerdos. Cosas que no fueron. Bolsas de basura. Polvo. Un paraguas roto. Una barba sin afeitar. Reloj sin hora. La radio encendida. Una luz tonta. Nubes. Un martillo que golpea sin cesar. El teléfono comunica, una y otra vez. Lágrimas. Piel. Nubes. Dedos. Más nubes. La tristeza y yo.
3 comentarios:
Bonita nube, aun encuentro cierta energía en los días lluviosos, escuchando jazz y bebiendo una cerveza tumbado en el sofá. Las lágrimas, dicen, son de agua, y al agua terminan yendo; los corazones son de sangre, y de roja pasión terminan llenándose... hasta el final de los tiempos.
Saludotes laguneros, Sergio
Jejeje Pues ten cuidado porque otra cosa no pero en La Laguna días lluviosos cantidad...
Saludos santacruceros
Será por que llueve tanto en La Laguna que he derramado tantas lágrimas (me ha quedado la frase un poco Salve Regina Mater, en este valle de lágrimas)... y ahora pega más eso, de a comer a comer hasta reventar, que las Navidades comenzaron y hay que engordar. Luego ya vendrá Febrero, con la fase intento de ir al gimnasio, jejeje, para maquillar los excesos.
Pos lo dicho, reiterados saludotes laguneros, Sergio
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