Duermes, pero poco a poco te despiertas. No haces nada, inmóvil. Abres los ojos al rato y los vuelves a cerrar. Huyes de la luz debajo de las mantas y me quedo absorto mirándote… Me das la espalda y mis sueños se desvanecen unos segundos eternos, pero al instante vuelves a la carga y soy lo primero que miras al amanecer y ahí es cuando sé que ya nada es igual…
2 comentarios:
Que triste vacio!
Habrá que llenar el vacío de alegría... muxas gracias Rocinante por aparecerte por aquí... ;)
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