Enciendes la radio de casualidad y ahí está esa
canción, la que te recuerda todo aquello. No siempre, pero te devuelve aquel
buen instante, cuando creías que todo iba a ser así y ya nunca cambiaría nada. Pero
a medida que avanza la canción también te acecha todo lo que pasó después, el
desgarro, la tristeza del pozo sin fondo, el dolor. Y duele, mucho. Y una
bonita canción se transforma en tristeza, en un vacío que sigue estando ahí, imperturbable
a pesar del paso del tiempo... Debe ser cierto eso de que, a la hora de la
verdad, nada cambia.
Pd. Si Peter
no se quiere ir. La soledad después querrá vivir en mí. La vida tiene sus
fases, sus fases… Esto último es del Canto del loco, pero también vale.
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