Hay palabras que vuelan. Hoy están aquí y mañana allá. Nunca se sabe con ellas. Por eso a veces me pongo a pensar en ellas: perdedor y vértigo. La primera apareció de repente hace unos días. Viajaba con la imaginación y me sentí el perdedor de esta historia. No quiero mirar al cielo para no saber cuál es su color. Pero eso no impide que esté ahí sobre mi cabeza y sea azultokio. Tal vez, mucho más evidente que hace cuatro años. Lo sé aunque no lo haya visto. Aunque no haya osado intentarlo. La versión oficial es que yo he ganado, pero no lo siento así. Quizá con el tiempo. Pude conseguir algo más. Al mismo tiempo mi nueva vida me da vértigo. No quiero que se me escape de las manos. Necesito atraparla entre mis dedos, saber que estará siempre por aquí. Miro a mi alrededor y hay cosas que me gustan. Todo ha cambiado, casi de un modo imperceptible, pero lo ha hecho. Poco a poco. Minando lo anterior. Y lo nuevo se ha hecho un hueco y no quiere desaparecer. Y el vértigo está ahí, a mi lado, y es una sensación que me gusta, me hace sentir valiente. Me gusto.
http://es.youtube.com/watch?v=KE2orthS3TQ
Pdt. El soniquete del principio es lo mejor... Todo da vueltas y sabes que todo es mejor.
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