A veces pasan cosas y no sabes muy bien cuál es la razón. Me dicen que no todo sucede por algo. Por que sí, simplemente. Aunque hay otros que me susurran todo lo contrario. Y como suele acontecer en estos casos mi mundo es un complicado puzzle de dudas. La noche estuvo bien. Entre mucha gente. Llegué a mi casa a eso de las seis de la mañana, pero no pude disfrutar de la calle a esas horas. Llovía y mi camisa 'azulgris' estaba tristemente empapada. Vi al CajerodeLaMuerte y por fin conocí al GigolódeLaLaguna. Poca cosa, en ambos casos. Ahora iré a Tegueste. A pasar la resaca. Pero entretanto recuerdo Las Palmas. A MiGalleguiña, perdida en el siroco. Al tercer vértice del TríoCalaveras, buscando encontrarse. Al Alfredo Kraus a rebosar en una mañana de domingo, hace más o menos un año. Al olor a cigarrillo de diseño. Y al mismo tiempo miro hacia otro lado. Hacia nuevas historias y a las antiguas. Veo un reportaje sobre Fyffes. Y me revuelvo de rabia. Miro hacia atrás y no encuentro rostros del otro bando, del que perdió. Silencio. Sólo eso. Roto, a veces, para comparar cualquier desbarajuste con una república. También busco en internet fotos. De una exposición que me apetece mirar. Y sueño. Este final de mes iré a escudriñar como escavan para darle rumbo a la cultura canaria del siglo XXI a La Palma. Lo intentarán en Fuencaliente. Rodeados por el malpaís. Cual metáfora de la vida real. Los sabios solos, pensando lejos de quienes viven la normalidad, aunque al final lo hagan para ellos. Y una idea me viene a la cabeza. ¿Por qué la cultura de estas islas siempre está tan lejos de la gente normal o por lo menos de la que me rodea?
Pdt. La foto es de Ubay Murillo que estos días está por Santa Cruz...
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