¿Cuánto cuesta comprar a un periodista? No lo sé. Lo que sí tengo claro es que a mí nadie me dicta. Nadie me marca la línea a seguir. Soy libre. Igual que lo fue Ocaña en Barcelona en los ochenta. Por la Rambla, reclamando libertad e igualdad. Avivando y agitando conciencias. Provocando cambios. Porque la vida cuesta y si no variamos las cosas nosotros nadie va a venir a cambiarlas. Estamos en la lucha para contar las cosas de un modo distinto. Diferente a la corriente. A la generalidad y a la versión oficial, que no siempre es la original. Y me acuerdo de aquellos que se ocupan de otras cosas, que barren lo que nadie quiere limpiar y que pronto no estarán. También quiero dejar claro que me rebelo ante las injusticias, igual que procuro aceptar mi realidad. Permitirme sentir lo que siento, aunque no me guste admitirlo. Las cosas van despacio y a veces me despierto y al mirar mi colchón me asusta su inmensidad y que esté frío. Me cuesta recordar su olor, sus cicatrices, aunque mi espalda no se haya olvidado de sus brazos aprisionándola...
http://es.youtube.com/watch?v=97BwLXtLTT0
Pdt. Aires brasileros y la primera de tus recomendaciones para ponerle calidez a la noche...
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