Cae la noche en Temara, a las afueras de Rabat. El sol se esconde tras las nubes, que han aparecido por sorpresa igual que el viento y el run run de las olas toqueteando las rocas. Los mojitos se instalan con una particular cadencia afrocaribeña y entre copa y copa me cuentas que te preocupa la idea del destino. Eso de que esté todo escrito de antemano. Confiesas que sabes que antes o después te tocará la lotería y dudo. No sé, digo en susurros. Insistes en que estas ideas te traban. Al rato, me evitas y huyes, y yo medito sobre el futuro, el mío. Me gustaría creer que algo tendré que ver yo en él, a pesar de que el agnosticismo se haya hecho, a fuerza de golpes, con mi alma. Y más ahora. La música comienza a sonar y el cordero a humear en las brasas. Continúo en mi mundo, engullendo pan marroquí y sé que, aunque crea lo que creo, más pronto que tarde emprenderé un nuevo camino. Todos me lo dicen. Alguien desconocido llegará a mi sendero mas tengo la impresión de que ya está junto a mí, que lucha por encontrarme, así como también lo hago yo. Tengo la certeza de que cuando llegues, será como si nos hubiéramos conocido antes. No sé cuando, pero antes. Ya en la cama, arrinconado, sueño con tus ojos nuevos y tus palabras... El último pensamiento del día es para una frase que me encontré en Internet: Se necesita sólo de un minuto para que quieras a alguien, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar...
http://www.youtube.com/watch?v=L5JcZAo2VBA
Pdt. Hoy Ana Torroja y Bob Esponja. La primera porque me mola su 'No me canso' y el segundo porque sé que si yo fuese un dibujo animado, sería como él...
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