Amenaza tormenta. Las nubes son grises y la tierra huele a tierra bajo mis pies. Las calles comienzan a vaciarse como siempre hacen los últimos días de verano. Nadie dice nada, salvo el pasado que sigue escupiendo mentiras. Al parecer no quiere abandonarme. Comienzan a caer las primeras gotas, que se confunden con mis lágrimas, las primeras del día. Miro el reloj de la mesilla de noche y marca una hora más. Me asomo descalzo al balcón y todo está en calma, en la calma que precede a la tempestad. A la mía, a la nuestra. Huyo. Una vez más. Me duele la cabeza, pero a esta hora ya las farmacias no sanan. Y todo pesa. Lo mío y lo tuyo, sobre mis hombros. Me visto de enfermera y atiendo al paciente de la 216. También canto en una calle junto al parque, entreteniendo a los turistas que miran extrañados el cielo gris plomo. Me da tiempo de preparar una sopa de picadillo rápida. Me la tomo, aunque no me gusta demasiado. No hay mensajes en mi bandeja de entrada, ni en el facebook, ni tampoco en el messenger. Es el momento antes del momento. No cabe duda. Ahora lo sé: amenaza tormenta.
http://www.youtube.com/watch?v=i32BUDTiDmU
Pdt. Amanecer de domingo, toca Keane y su versión descarnada del 'With Or Without You' de U2...
No hay comentarios:
Publicar un comentario