La pesadumbre se amontona en el quicio de mi puerta. Hoy todos se han quejado de quienes cultivan esta finca de plátanos y eso me recuerda a una maleta de postguerra. A los que se fueron. Al otro lado del teléfono Antonia me dice que ‘esto’ le da asco y yo asiento porque aunque no precisa sé perfectamente a lo que se refiere. No lo hace porque, como todos, tiene el teléfono pinchado. No conviene que sepan más de lo que ya saben. Tras la charla me paso todo el día tras una noticia, que no puedo confirmar. Al final no me queda otra que colgar el teléfono, cerrar el chiringuito e intentar que mañana sea un día mejor.
http://www.youtube.com/watch?v=PGyzpfv9X_Q
Pdt. Una deuda pendiente: 'Alerta' de Amaral.
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