Ojeando un diccionario me detengo en una definición. ‘Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra’, dice. Y me sé. Sí, lo reconozco a veces siento celos. Y creo que no lo puedo evitar y tampoco me excuso... Pero es que cuando te veo sonreír mirando a otro horizonte siento que las entrañas se me resquebrajan. Me falta el aire y sólo quiero huir lejos de ti. El dolor irracional se me hace eterno. Sí, temo que hayas mudado tu cariño por mí. Me cuentan que la felicidad es la ausencia de miedo y dudo de que este estado de permanente inquietud de que te vayas con el primero que pase por la esquina sea bueno para mí. Pero al mismo tiempo sospecho que tu ausencia es más perjudicial para mi vida futura, aunque el futuro sea una mentira, igual que lo son los recuerdos. Y en este lío ya no sé si deba volver a llamarte o dejar que bailes solo en mitad de la pista de baile y quedes al albur de los buitres de ojos azules que te merodean.
http://www.youtube.com/watch?v=_z581mg1P8Q
Pdt. De domingo y escuchando a José Feliciano con su 'Envida'.
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