Vivía en un palacio de pladur. En un mundo inventado en el que sólo había pétalos de rosas y margaritas en flor. No sabía muy bien cuándo, pero un día dejó de tener contacto con las cosas. Se había ido alejando de la realidad y en su mundo de seda y pompas de jabón no cabía el mundanal ruido. Sabía que su marido la había dejado de querer, que pasaba las noches entre otras sábanas que olían a jazmín y que a pesar de todo su mundo no se desmoronaba, apuntalado por mentiras. Seguía mirando por la ventana, viendo cómo el sol se escondía entre los edificios, haciendo como si nada pasase. Comenzó a soñar ser otra. Una chica joven y un poco desvergonzada, que siempre llevase bragas violeta y calcetines de colores. Una a la que no le importase besar otros labios o dormir al cobijo de unos brazos distintos, jóvenes y lozanos. Infiel, desleal, pero divertida. Los ensueños pronto se le mezclaron con el quehacer diario. Un día todo se convirtió en su mente en verdad y así pudo soportar el lento discurrir de los días...
http://www.youtube.com/watch?v=MTfsznlMdws&feature=related
Pdt. Una canción bonita, 'La Dictadura de la Primavera' de Marwan.
2 comentarios:
Muuuuuy bueno!!! Me ha encantadoooo!!!
Besosss...
jo, muchas gracias por estar por aquí y por decírmelo. un abrazo fuerte!
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