Parece que por fin
llegan las primeras nubes del otoño. Con ellas, también alcanzan las orillas
las timoratas tristezas que acompañan la falta de claridad. Quizá esto no sea
algo nuevo, pero estos días grises y atolondrados descorazonan un poco. Los
folios están en blanco y las barcas bien amarradas a tierra. La zozobra
juguetea con los pájaros y las niñas temen salir de casa antes del anochecer. Nada
está decidido o, mejor, todo está por decidir. Ojalá supiese cuáles serán las
nuevas palabras que decoren mis nuevas páginas o cuáles serán las aventuras de
esos pequeños botes de carácter intrépido. Todo sería más sencillo, más fácil. Pero
toca lo que toca: nubes de otoño.
'Quiéreme', de Rosana Arbelo
2 comentarios:
Hola Ce!!! cómo van las cosas por allá??? espero que bien :-)
Qué lindo que escribas sobre el otoño, a mi me encanta, jeje...
Todo sería más fácil si supiéramos ciertas cosas, pero le quitaríamos trabajo a la sorpresa, no?? je
Beso y abrazo...
Hola guapa, por aquí todo bien jejeje Espero que tú también estés bien por ahí... Es que cuando aquí toca otoño, tú te vas con la primavera... ¡cosas de la vida! Un abrazo fuerte ;)
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