El paso del tiempo como bálsamo para todos los males,
pero también para asentar las cosas que sí están bien. Así es, caprichoso. Unas
veces lento y otras veloz. Siempre sin control, va a su aire y no se lo reprocho.
Igual que la vida. Y en éstas solo podemos agarrarnos al consuelo que supone el
pensar que al final todo irá a bien. Aunque la mayoría de veces no sea así,
pero éste es un dato que pasamos por alto. Tan alto como lo son nuestros
sueños. Los mismos que hacen que perdamos el tiempo porque soñar siempre ha
sido gratis. Y eso es lo único que tenemos porque ni siquiera nuestro tiempo es
realmente nuestro, se nos escapa de entre las manos y no podemos hacer nada. No
es nuestro, nos lo quitaron y no nos dimos cuenta.
Pd. Estar colado por ti es facilísimo; y me tienes ya
enamoradísimo; Solo tú nadie más, eres el máximo; Estar como un flan en
continuo temblor...
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