En el piso de al lado vivía Verónica. Su cuarto daba a nuestra cocina y la veíamos estudiar de vez en cuando. Nos decía, con su melena negro azabache al viento, que le encantaba estudiar escuchando radio clásica, aunque nunca oímos su música. Era capaz de ir un día a hacer deporte y regresar contando que todos los días entrenaba. Igual pasaba con la comida, su especialidad el arroz amarillo. Una delicia. Siempre nos descubría novedades culinarias, películas que ver o libros que leer. Su mundo era fantasía y también alegría. Unos días de fiesta, otros protagonista de un melodrama. Siempre dejando caer que podría tener una segunda vida oculta, de la que nadie sabía nada. Alguna mentira se le escapaba y no era guardar un secreto, pero se le perdonaba porque nos daba la vida. Hablaba tanto, que se olvidaba de la mitad de lo que decía. Un día llamó a la radio para dedicarnos este Santo, santo. Por eso, cada vez que la escucho, me devuelve al final de curso, al principio del verano. También a Finca España, a la escandalera, al viento de las tardes, pero sobre todo a las tardes de cachondeo. Era de esas personas a las que siempre les pasaba alguna aventura, hasta yendo a por el pan a la tahona de la esquina. Desde un taxista que le decía cosas a acompañar a su Berto, antes de que se echase novia. Y su melena, siempre presente…
'Santo, santo', de So pra contrariar y Gloria Estefan (1995)
Pd. 'Santo, santo' es el primer sencillo del disco Juegos de Amor de Só Pra Contrariar. Fue publicado en 1995. La melodía tiene su origen en el mayor éxito de Raffaella Carra 'Tanti Auguri' de la década de 1970.
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