No hay.
Sueños.
Dolor.
Esa maldita sensación de no
saber cuál es el camino correcto.
De que los errores sumen y sean insalvables.
Insuperables.
No te oigo, habla más alto.
Tómate una infusión.
¿Qué es lo que realmente
quieres?
¿Lo que tú y solo tú quieres?
Vacío.
Todo se ha diluido por el desagüe.
No, se ha evaporado.
Los huevos están guisados.
Camino, busco, espoleo.
Sigo como
dormido, perdido.
Tantos nombres que no sirven para nada.
Tristeza.
El plan
infinito de Isabel Allende.
Andamos, frío, calor.
Todo a la vez.
La vela
titila, me adormece, me tranquiliza.
Mañana.
Otro día.
¿Habrá aire?
No hay comentarios:
Publicar un comentario