
Mientras los días pasaban, ese lugar se fue convirtiendo en un sitio mítico. Allí adonde ir. Pero, cosas de la vida, a cada paso que se iba conformando como un rincón de ensueño, igual que Macondo o Ucanca, Fuencaliente se fue alejando de mí. Cada palabra sonaba más lejos, más distante… Así fue, aunque quiera evitarlo.
Por el contrario, a medida que Fuencaliente se iba distanciando, se iba revistiendo de una especie de halo misterioso y por lo tanto inalcanzable.
Como diría, Elsa López en Fuencaliente el mar tomará otro rumbo...
http://www.fuencalenteros.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario