¿Qué fue de la mirinda? No lo sé, cuando era pequeño estaba por todas partes y ahora sólo aparece a veces. De repente y en lo sitios más insospechados. Con ese sabor dulzón que no me terminaba de gustar. Prefería el nik de fresa, aunque ahora todo sea muy distinto.
Estos días olerá a incienso y habrá cofrades, muchos, por las calles. La Semana Fanta es lo que tiene. Habrá muchos que expíen sus culpas. Otros seguirán añadiendo delitos a sus mochilas repletas de olvido. Pero casi todos saldrán de sus monotonías diarias.
El sol, el aire y las gotas de lluvia. Todo mezclado en una coctelera. Donde también hay una pizca de miedo y unas lágrimas de amor. El néctar suave de la vida.
Es medianoche y ya no tengo dudas. Ni tampoco temores. Sé, luego existo. Y a cada paso me reivindico. Lejos del pasado. Soy presente y futuro. Lo que está por venir, que será, que es mejor.
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