El otro día al abrir la lata del gofio me di cuenta de que ya no estaba aquella cuchara de cabo rojo vieja y divertida, y algo se me encogió en el estómago. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Un año desde la mudanza? ¿Más? Ahora todo es distino. Y más desde que comenzó marzo. Este mes está siendo mejor y todas las cucharas ahora son mías.
Hoy ha sido un buen día. Por fin he vuelto a mi mundo. Este que es de muchos colores y sonidos. Este que no se sabe de donde viene ni tampoco a dónde va.
Tengo esa sensación extraña que aparece cuando hay un montón rosa de cosas que contar, pero que no sabes cómo empezar y al final parece que no ha pasado nada interesante. Pero sabes que es mentira, que no es así, y te resistes, aunque las palabras no aparezcan.
Pdt. Os extrañaba a todos. Un abrazo fuerte.
1 comentario:
Me alegro inmensamente de que todo vuelva a mejorar. Siempre amanece, aunque la noche pueda ser larga, sólo es preciso esperar a que pase la racha y por supuesto también querer seguir haciendo camino. Tienes muchas cosas que contar, aquí estaremos leyéndote en los buenos momentos y en los no tan buenos.
Un abrazo,
Labana
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