Me cuentan que la vida es como un tango y quien no quiera bailarla es un machango... Y en esas estoy este martes remolón después del zarpazo de anoche, que me dejó, por momentos, malherido. Sintiendo sólo balas perdidas. De esas que, tontas, te hacen rabiar. Pero luego buscas y encuentras. Porque en el fondo sabes que tú también eres uno de esos viejos gigantes. Impertérrito. Loco perdido. Bueno. Mejor. Y una bonita canción suena y recuerdas que ya no. Que la vida está viva y que si ayer eras Teide hoy Auditorio y mañana La Maestranza. A la espera de ese Estambul que no quiere llegar, pero que está ahí. Como un gran oso dormido. Y deseo tu pecho que desconozco. También haberte dicho que sí aquel sábado amable. Te imagino entre números. Detrás de un cristal que no me deja tocarte mientras otros bailan sicofonías de amor. Y concluyo que quiero ser tu loco perdido. Igual que el de la canción. Sólo falta que te me aparezcas y el tango comience a sonar...
http://www.youtube.com/watch?v=KIzAjDzXU2g
Pdt. La Trevi vuelve con más fuerza. Además una recomendación: la foto de hoy es de uno de los mejores fotógafros que conozco...
http://cosasquetevasencontrando.blogspot.com/
3 comentarios:
No sé bailar un tango, la verdad, pero soy de los que lloran cuando escucha uno de ellos...
yo tampoco sé, será cuestión de buscar alternativas jejeje
Dos bailando sin ritmo: ah, qué maravilloso baile el de los aprendices arrítmicos!
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