Entre gotas de lluvia, un par de cafés solos. El dvd no anda. Las bombillas se funden, sin que haya repuestos para ellas. La falta de costumbre hace que a las caricias respondas con gruñidos. Tus dedos, lejanos. Los pasos apurados. Un poco enfadados. Con todo y con nada al mismo tiempo. Un grupo de trabajadores de Titsa se reúnen atónitos ante la desaparición de una compañera. Estoy entre ellos y me siento fuera de lugar. Veo lágrimas y soy ajeno. Como si no tuviera derecho, ni razones, para estar ahí. Los calcetines esperan en el cubo de la ropa limpia a ser doblados. Todo está revuelto. No termina de asentarse. El estómago anda agónico. ¿Qué pasará mañana? Suena el portero. Le traemos una invitación personal. ¿Para mí? ¿De quién? De Jesús, que ha muerto para salvarnos. ¿Jesús me envía una invitación a mí? Lo siento, pero creo que no soy creyente. Cuelgo el auricular y respiro hondo. Y vuelve la misma pregunta sin respuesta de siempre. ¿Qué pasará mañana? Y te giras para escuchar la mejor canción de Jarabe de Palo. Soy un completo incompleto, incompleto por amor, la costilla que me falta, cuelga de tu corazón...http://www.youtube.com/watch?v=wUD--aKmreo&feature=related
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