Algunos deseos caducan incluso antes de cumplirse. Anoche pedí uno a la luna llena. Bajo ella pasé la noche. Esos sueños que se olvidan antes de que se hagan realidad son como el aire. Efímeros. Como alguna de mis ilusiones. Se desvanecen entre mis dedos y no logro atajarlas. Como los peces en la orilla del mar. Se escabullen en un sin sentido. Es un halo difícil de atrapar. Chapotean. Nadan. Piensan. Respiran. Y todo en una vida que apenas dura tres segundos... como algunos hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario