viernes, 25 de febrero de 2011

Para que se me conviertan en eternos

Y mientras cantas comienzo a volar a otros mundos... No oigo los aplausos. Estoy sentado junto a un señor de corbata -que lleva años sin decir nada- en una butaca estrecha, pero realmente ando de paseo por las nubes, la mayoría gandulas. Nadando en mitad de ese océano grisáceo, que marcó mi infancia. Me fijo en tus manos, extrañamente blancas y un poco sonrosadas. Y los focos me alegran la vida cada vez que comienzas una nueva estrofa. Agarras con fuerza el micrófono y en esto veo como los fotógrafos te hacen mil fotos. No dejan de pulsar sus objetivos y me pregunto cuántas imágenes habrán sacado de ti... Por mi vera pocos son los que tararean tus canciones. Una chica con un collar de perlas, quizá. Y hay segundos en los que me da pudor, pero al final me libero de mis insignificantes tonterías y también opto por susurrar alegre. Mientras cantas no quiero estar en ningún otro lugar y lucho por atrapar estos segundos para que se me conviertan en eternos. Mueves la cadera, un poco tonta; y alguien te acerca una guitarra. 'La música es lo más importante' dices y regresas al país de Nunca Jamás. Mientras, yo vuelvo a junio de 2008; al Paseo de Los Cristianos; a una noche llena de ilusiones que acabó en una guagua triste y silenciosa rumbo al fondo de un estanque donde apenas podía respirar... Recuerdos, sólo eso. Y me devuelves al paraíso lanzando tu púa a dos metros de mí. Cayó entre los raíles de la cámara que lo grababa todo y una avezada cuarentona de gafas de pasta y falda estrecha se me adelantó. Preguntó dónde, dónde y señor un bajito le señaló el lugar del alunizaje. ¿Qué hará con tu púa?, me repetí un par de veces, justo el tiempo hasta que volviste a reinar sobre las tablas del escenario. 'Haced el amor, haced más el amor', rogaste pícaro y volví a soñar con los despertadores que no suenan, con las olas que siempre rompen y con las bocas que están por venir... 'Y así fue, me rebelé contra todo hasta el sol', continuabas y yo era al fin feliz sabiendo que el cielo de otros colores existe.

http://www.youtube.com/watch?v=J7hvAOdCJYo

Pdt. La imagen es del fotógrafo Miguel Barreto. El texto es mi 'crónica' del miniconcierto que Dani Martín ofreció en el Auditorio Adán Martín el pasado miércoles con motivo de los premios 'Dial'. El enlace, '16 añitos'. Gracias, Dani.

2 comentarios:

Tam. dijo...

Me encanta Dani. Y la entrada, muy signficante ;)

Ce Castro dijo...

muxas gracias! un abrazo.