Todas
estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el
tiempo y han de sucedernos bien las cosas: porque no es posible que el mal ni
el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el
bien está ya cerca.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Miguel de
Cervantes.
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