Es tiempo de posdatas. De decir eso que siempre se
añade al final, que siendo importante se nos había quedado rezagado. Hoy es el
día para decir que estas últimas semanas no han sido fáciles, nada sencillas,
pero que aquí seguimos. Hay que seguir, de eso se trata y de ir quedándonos con
las cosas que realmente nos importan. Las de verdad. Me acuerdo de muchas
cosas, de lo felices que éramos, que fuimos. De que éste ya es otro tiempo, en
el que muchas veces no sé si estoy en un campo de minas rodeado de enemigos o
si, por el contrario, a todos soy indiferente. Y en este mar trato de nadar. De
eso se trata, una vez más. También recuerdo el sol y la felicidad, los
titulares y el cansancio. Lo conservo casi todo en la memoria y sé que eso no
siempre es bueno. Sí, es tiempo de posdatas.
Pd. Que nunca deje de sonar la música...
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