Cuando la conocí, anhelaba ahogar en nuestro amor la
sensación de distancia que me había
embargado desde niño. Fuiste tú, Vera, quien me hizo ver cuán pueril resultaba aquel
afán. Fuiste tú quien me mostró que bajo nuestra piel hay un mundo privado, con
sus construcciones y sus paisajes propios, donde nadie, jamás, podrá llegar.
Contigo en la distancia, de Carla Guelfenbein.
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