Ahí
vamos. Poco a poco. Con sus días buenos y también malos. Así es. Intentando no
detenernos demasiado tiempo en los rincones tristes del camino. Decir sin decir
porque si dijese ya no podría disimular que todo va bien. Puedo aguantar así,
en silencio, pero sé que no podría soportar que todos lo sepan. La vergüenza
pesaría demasiado. No podría seguir aparentando. O no me quedarían excusas. Con
qué cara iba a continuar como si nada pasase. Ese es mi miedo, que todo se sepa
porque ya no habría vuelta atrás...
Chicken wire, de Gecko Turner.
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