Y eso fue todo
Ahí estabas entrando en tu portal, con las llaves aún
en las manos y la maleta apoyada a la pared. A pesar de pasar a tu lado, no me
viste. No miraste. Siempre con esa altivez tan tuya marcada en el rostro. Un
instante después, las llaves en el suelo y en un segundo vuelen a tus manos.
Todo es tan natural. Cierras el coche rápido, aparcado justo en la puerta de tu
casa. Abres el portón y desapareces. Y eso fue todo. Un día más, un día menos.
Quizá vuelvas de un fin de semana largo o de un viaje relámpago. Tal vez. Y yo
seguí andando, sin mirar atrás. A mi paso, alejándome de ti.
Pd. Esta canción la descubrí hace unos días, allá por octubre, pero desde aquella noche no he podido quitármela de la cabeza...
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