Como un matrimonio. De esos de toda la vida. Zapatero y Rajoy. Los dos. Puede parecer una tontería, pero me parecían, mientras discutían en la tele hace un rato, que eran como un matrimonio "bien" avenido. De esos que no paran de discutir nunca. Que no se escuchan. Que no se miran. Que ya no se tocan, pero que siguen juntos. ¿Quién sabe por qué? Pero ahí siguen, riñendo sin parar. Sin quererse. Sin avanzar. Estancados. Diciéndose cosas. Hablando sólo para sus convencidos. Sin aportar nada nuevo, pero siendo un matrimonio "bien" avenido.
Pdt. He vuelto. En silencio. Y me apetece jugar a las ideas sueltas:
Besos de mentira. Un cachorro tonto. Una de cal y otra de arena. Me siento profundamente superficial. Necesito muchos segundos para respirar.
1 comentario:
Sabes? Me encanta leerte. Descubrí tu blog hace no mucho de casualidad y fue una muy grata sorpresa dar con él, porque es un placer leer lo que cuentas y sobre todo cómo lo cuentas. No suelo pararme a escribir, pero hoy me apetecía hacerlo, más que nada también para desearte una muy buena semana.
Un saludo,
P.D. Jeje y qué buena tu relación: Zapatero y Rajoy un matrimonio "bien" avenido. Te confieso que al principio me hizo gracia leeer eso pero conforme ibas desarrollando tu argumento yo también vi esa relación ;)
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