Parece que ya nadie habla de lo que pasa con el periodismo en Tenerife. Lejos queda el pasado 20 de junio. Aquel día unos 300 trabajadores de los medios de comunicación, en un acto histórico por lo inusual, se manifestaron juntos por las calles de Santa Cruz reivindicando su profesión y oponiéndose de forma clara y tajante a la precariedad laboral que estos días nos amordaza. La Federación de Asociaciones de la Prensa, en España, habla de que en el país hay unos 65.000 titulados y unos 30.000 periodistas en activo. Además señala que desde el pasado mes de septiembre se han producido cerca de 2.000 despidos y se prevé que se llegue a los 5.000. Todo ello, sin contar las prejubilaciones en RTVE que afectaron a unos 4.000 profesionales y a los cientos o miles de colaboradores sin contratos vinculantes que se han quedado sin empleo. Esta situación no es exclusiva de España y en EEUU ya se habla de 20.000 despidos. Esta relación fría de números toma cara y corazón en las islas. Todos y todas conocemos a algún compañero o compañera al que su empresa le ha dicho que ya no cuenta con él. El sindicato Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias ha calculado que son más de cien y la cifra amenaza con seguir aumentando tras el verano. Esta situación es la consecuencia cruel de la unión de dos crisis, una coyuntural vinculada a la pésima situación económica y otra estructural y que lleva con nosotros casi desde el principio de los tiempos y que nos ha malacostumbrado a que la normalidad es la precariedad laboral. Hay unos que sólo ven la primera, pero la segunda es igual de real. Además hay quienes confunden el futuro del periodismo con el de las empresas informativas. Los periodistas son, somos aquellos que le contamos a la gente lo que le pasa a la gente. Es simple, somos sus voceros. Y nuestra situación laboral se torna en fundamental -como en cualquier otra profesión- para llevar a buen término nuestras funciones. Pero éste no es el único debate. El presente se ha convertido en un reto que nos invita a reflexionar sobre el futuro más próximo. La formación y la calidad deben ser los vehículos que garanticen el derecho a la información. Sobre la mesa las últimas semanas se han puesto muchas ideas que intentan plantear un futuro mejor. A nivel nacional se ha urgido al Gobierno o a las Cortes para que se cree un órgano de análisis sobre la crisis de los medios, que no del periodismo. En Tenerife, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, señaló en una reunión informal que sería interesante la creación de una comisión parlamentaria con carácter “resolutivo” sobre la cuestión. Además, en Canarias se ha solicitado una reunión de la mesa sectorial para evitar más despidos. También se ha reclamado la creación de un organismo interadministrativo que controle la dignidad laboral de quienes se dedican a la comunicación y que las instituciones públicas no apoyen económicamente, ni otorguen licencias a empresas que no estén al día en legislación laboral y promuevan la contratación en precario. Por su parte, la Asociación de la Prensa de Santa Cruz apuesta por la creación del Colegio de Periodistas de Canarias...
http://www.youtube.com/watch?v=I2tDrpdlsGg&feature=related
Tal vez haya que esperar a después del verano para seguir luchando. Quizá todo quede en un bonito sueño de primavera, pero mientras tanto mis mariposas cotinuarán tejiendo en mi espalda un mundo mejor, lejos de susceptibilidades tontas que lo único que logran es restar.
Pdt. Hoy me ha apetecido recordar a un cantautor gallego, Andrés do Barro. Buen fin de semana a todos.
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