He llegado, por fin, al final de un tramo del camino. Prueba superada. Echo la vista atrás y me sorprendo de la cantidad de piedras que tenía el sendero. También de las curvas. Cada una es una desilusión, un darte cuenta de que el cielo ya no me quería. Las rodillas comienzan a temblarme tras recibir el fogonazo del día. Para evitar el dolor llamo como un loco en busca de un antídoto contra mis males. Y lo encuentro. El sol me da en la espalda y la brisa comienza a susurrarme en la nuca. Me coloco mis nuevas gafas verdes, ando y miro al frente. Las nuevas voces sólo dicen cosas bonitas y han barrido las piedras del siguiente tramo. ¡La aventura continúa!http://www.youtube.com/watch?v=YuELeUK0dcY
No hay comentarios:
Publicar un comentario