Timorato subo las persianas. No lo he hecho antes en todo el día por la ola de calor. El sofoco es inmenso. Más de lo que nunca pude soñar. Parece que ahora corre un poco de aire, pero es caliente y es peor el remedio que la enfermedad. Me decido a emprender camino. Salgo a la calle y ando un poco perdido. Me acompañas, pero estamos lejos. Intento acercarme, pero estamos en sintonías distintas. Hablas, cuentas, gesticulas,... pero yo estoy en otra estrella. No quiero, pero lo estoy. Se cumple, una vez más, esa regla maldita de los tiempos paralelos. En una línea paralela a la tuya, yo viajo un poco más adelante que tú, y así es fácil ser distintos, pensar diferente y tener quereres incompatibles. Las horas pasan y la noche deja de ser noche. El pub de las escaleras que tanto te gusta se llena poco a poco de gente. Sólo estereotipos, uno tras otro. Apuro mi cerveza y decido irme. No estimas oportuna mi huída y discrepo. Cruzamos palabras amables, pero ahora tengo la sartén por el mango. ¡Qué ataque más gratuito!, me estampas emulando a la gran Estela Reynolds y logras dibujarme una sonrisa, una de las bonitas. Al final siempre lo consigues. Dudo unos instantes, pero al final mis tenis me llevan hasta la puerta. Temerosos me devuelven a casa y descubro que el calor no se ha ido, que sigue conmigo y que, aunque sea triste, tenemos quereres incompatibles...Pdt. Hoy para celebrar la 450 entrada en azultokio no hay canción, sólo una idea: El trabajo de Antonia San Juan en 'La que se avecina' merece un Goya...
No hay comentarios:
Publicar un comentario