En la nevera sólo había yogurt. El calor seguía presente y Tim a veces dejaba la puerta abierta para pasar la tarde. Le gustaba ver la luz siempre encendida, aunque el frío se desvaneciese en sus narices. Sobre todo desde que Bite había dejado de estar. Antes él siempre utilizaba la palabra nosotros, pero ahora le daba apuro. Para todo. Algo le decía que pronto volvería. Era como si su cuerpo, su tripas lo supiesen y no podía dejar de sentirlo. El cubo de la fregona y el plumas le decían que no regresaría, pero se reconocía tranquilo. No era por llevar la contraria a los elementos, quizá la realidad se estampase contra él en un par de días, pero por el momento prefería bailar cerca del congelador dibujando castillos en el aire.
http://www.youtube.com/watch?v=pKxnFPd9aKg
Pdt. Kikirbú, mandinga, kikiribú mandinga...
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