Llegas a en punto. Te miras de reojo en el cristal del portal para comprobar que todo está en su sitio. Respiras hondo, sintiendo cómo el corazón que hace unos segundos parecía tranquilo comienza a dispararse. Toda una vida esperando... La camisa más mona, la barba perfilada y los ojos diáfanos. ‘Puedo hacerlo’, mantienes. Las mejillas se te soliviantan. Te detienes un segundo y cuentas el número exacto de rosas rojas, marca de tu amor. Parece que ya está todo. Incluso conservas un puñado de ilusión en los bolsillos. Así que toca tocar el timbre y esperar a que abra la puerta…
Pdt. 'Como tú, ninguna', dice David Bustamante.
3 comentarios:
Me vuelve a gustar una vez más tu entrada =)
Soy el que antiguo franicioboone, que he tenido un problema con el blog y he tenido que empezar creando otro diferente xD
un muá para el chico de la isla =)
Mi número exacto de rosas fueron 18.
Pero claro, quien tocó al timbre fue el mensajero y no era tan tan especial.
Hla Fran... ya te he visitado en el nuevo dragón... me encanta tenerte por aquí aunque estés en el continente jejeje Bss. Flaviani, muy bueno lo del mensajero. Yo pensaba que estas cosas sólo pasaban en las pelis... un abrazo.
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