Llueve tierra. Desde que no estás, las flores se marchitan. Mi corazón, yermo. Las gotas lo secan todo. El frío se hace con las calles y las nubes lo envuelven todo. El silencio se convierte en castigo y las niñas no hacen otra cosa más que rezar. A todos los santos, una y otra vez se oyen sus plegarias y letanías. Las ventanas dejan ver cómo las velas no dejan que la penumbra sea completa. Mi aire se viste de azufre y me cuesta respirar. La piel se me resiste, pero los padecimientos son muchos. Temo que este calvario de Semana Santa se haga eterno y cruzo los dedos para que mis anhelos cojan fuerza y se impongan. Eso hago mientras escucho como ningún taxi quiere detenerse en mi parada. Desalojado de por vida ando sin rumbo fijo. Esperándote...
'El Alma al aire', Alejandro Sanz
3 comentarios:
que triste y bello a la vez.
ME gusta mucho, TODO. El texto es una pasada, y la foto también =)
Me gusta estar varios días esperando ver lo que vas a publicar y que luego sea algo tan inspirador como esto.
Muá
Esa es la idea, Fedor. Muchas gracias por tu comentario. También a ti Fran, eres demasiado amable conmigo; me alegra saber que mis textos te puedan inspirar. Está muy bien que las cosas nos inspiren, nos hagan imaginar... Bss, wap
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