Unos días después de la tormenta descubrió un viejo disco, de aquellos
de vinilo que nunca se cansaban de dar vueltas. Buscó en el altillo su pequeño
gramófono y se dispuso a pasar la mañana escuchando música mientras miraba
aquel cielo de enero con claros y nubes que tan buenos recuerdos le traía...
2 comentarios:
me gustan mucho las nubes blancas y grandotas, también me gustan las tardes grises y lluviosas, me gusta el cielo de medio día despejado y lleno de un color azul, me gusta mirar para arriba
Esa es una muy buena costumbre ;) Si no lo hacemos, nos perdemos muchas cosas Un abraz, Lex
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