Después de que aquel
bloc azul se llenase de notas apareció otro, uno lleno de hojas en blanco y no
pudo dejar de imaginar la de historias que podría escribir. Unas bonitas, quizá
otras tristes. Largas, cortas, pequeñas, grandes... Como la vida, pensó. Y sin
demora se puso a ello porque sabía que sus palabras nos llevarían a algún lugar
mejor. Feliz 2014.
'Qué bonita la vida', de Dani Martín
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