Margaret, complacida de que hubiera terminado su papel de atender al
visitante, se acercó a la ventana e intentó familiarizarse más con el extraño
aspecto de la calle. Tan absorta se quedó en la contemplación de lo que ocurría
fuera que no oyó a su padre y éste tuvo que repetirle lo que le había dicho:
-¡Margaret! El casero insiste en que ese horrendo empapelado es
precioso, y mucho me temo que tendremos que aguantarnos.
'North and South', Elizabeth Gaskell.
2 comentarios:
Breve. Suficiente.
Un saludo.
Gracias. Un abrazo.
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