¡Tócate el pie! exclamó
sin mucho tino cuando le dieron la extraña noticia. Aquellas palabras
retumbaron en la pequeña habitación del fondo, justo donde se estaba probando
la nueva camiseta verde. La dejó tirada a un lado y me miró como ido. Sus ojos
comenzaban a enfadarse, yo y todos lo sabíamos y por eso decidí huir, aun a
sabiendas de que las huidas casi nunca solventan los inconvenientes, más bien
los agravan. Pero así es la vida, musité. ¡Tócate el pie! repitió y sus puños
comenzaron a tensarse. Corrí, corrí hasta donde pude, pero no fue suficiente y
la ira terminó por alcanzarme.
'Bad moon rising', de Creedence Clearwater Revival
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