Era ese tipo de persona que, si bien se mira, es normal que no haya
vivido mucho. Se las ve a la legua, parece que estén de sobra, como si el mundo
no las soportara y tuviera prisa por expulsarlas. Pero entonces sería mejor que
no nacieran. Porque la realidad es que nacen y están ahí, y es horrible que la
gente que uno conoce se muera, aunque la conozca poco, no se comprende que ya
no exista quien ha existido. Yo no lo comprendo al menos. Se hacía llamar
Franny, supongo que se llamaría Francisco. Menuda muerte.
Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías.
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