El sonido del viento que no descansa
No sé si ya te lo habré dicho alguna vez, pero me angustia el sonido del
viento cuando tropieza con los árboles. Ese silbido me atormenta desde siempre.
No sé muy bien por qué. Traspasa sin contemplaciones todo lo que se le antepone
y ruge. Mientras, rezo para estar a salvo. Algunas ramas secas caen a la
calzada y con ellas mi esperanza de que todo acabe pronto. Las hojas secas se
amontonan en las esquinas de las calles y el viento sigue ahí, cual ciclón sin
descanso.
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