Sin
palabras. Hay días en los que no sé qué diablos decir. Me gustaría tener las
palabras adecuadas, justo las que esperas oír. Pero, en ocasiones, las cosas no
son como debieran ser. Hace demasiado tiempo que vivo bajo la certeza de que no
acierto a dar en el clavo. Por eso y no por otra cosa, suelo guardar silencio. Me
gustaría que mis palabras fueran las que debes oír, no decepcionarte, pero el
cansancio me puede. Ojalá mañana vaya mejor...
Naturaleza muerta, de Mecano.
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